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Innovar desde la tradición

  • Foto del escritor: Markel Ezquerro
    Markel Ezquerro
  • 9 dic 2021
  • 4 Min. de lectura

Actualizado: 17 ene 2022

El bar Sorginzulo vuelve a ganar el concurso del pintxo de Huevo Txikitero en el Casco Viejo


En las últimas décadas, Bilbao ha experimentado grandes cambios, volcando todo su poderío industrial en convertirse en una ciudad moderna, mucho más limpia y, sobre todo, atractiva para el turismo. Las antiguas grúas, talleres y fábricas que custodiaban la ría dieron paso al Palacio Euskalduna, el Museo Guggenheim y un bonito paseo por el que disfrutar de la villa y que atrae a millares de turistas cada año. Pero no todo el encanto de Bilbao está en sus infraestructuras, sino que uno de los grandes alicientes para atraer turistas es su gastronomía. La cocina vasca está considerada como una de las mejores de toda España, así lo demuestra la Guía Michelín 2021 que sitúa el País Vasco como la segunda comunidad autónoma con mayor número de estrellas Michelín, sólo por detrás de Cataluña. Esto es sin ninguna duda, un gran atractivo para Bilbao, que según calcula el Ayuntamiento, en el año 2019 recibió la visita de 1,6 millones de turistas que llegaron a la villa animados a probar su gastronomía. Pero, no son solo las estrellas Michelín las que dan tan buena fama a la gastronomía vasca, también sus tradicionales rutas de pintxos. En esto, Bilbao tiene mucha tradición y tiene su cuna en el barrio más antiguo de la ciudad, el Casco Viejo.


En la Plaza Nueva, corazón del Casco Viejo, nos encontramos con el bar Sorginzulo (Plaza Nueva, 12), un pequeño bar de pintxos sin mucha historia, pero sí con mucha dedicación a la gastronomía vasca. Desde que abrió sus puertas en el año 2013, el Sorginzulo ha sido parada obligatoria para los ‘txikiteros’ y gente del barrio que disfrutan de los domingos de poteo y hacen su ruta por los bares de pintxos del Casco Viejo. Desde hace ya varios años, en Sorginzulo han querido ir más allá e innovar con la creación de sus pintxos. Desde el pasado 11 de noviembre, en la barra del bar luce un nuevo premio, el de mejor pintxo de huevo txikitero del Casco Viejo. El pasado mes de octubre se conocieron los ganadores del concurso de huevo txikitero del Casco Viejo, una competición anual en la que cada participante debe crear su propio pintxo de huevo txikitero con un toque de innovación, pero sin perder la esencia tradicional. “El huevo de txikitero siempre ha existido, pero en esta casa hemos tratado de modernizarlo a estos tiempos. Sigue siendo como el tradicional pero lo hemos evolucionado, hemos puesto un ‘pan brioche’, lo hemos hecho a la plancha, el huevo lo cocemos en una salsa Teriyaki… un poco con la modernidad entre lo clásico y la comida japonesa”, nos cuenta Víctor Mairana con orgullo. Víctor es cocinero en Sorginzulo desde hace algo más de un año y nos habla de la dedicación con la que preparan cada concurso: “Estamos constantemente preparando nuevas ideas, los concursos son muy importantes para nosotros, viene mucha gente al bar pidiendo probar el ganador”.



Bar Sorginzulo. Foto: Las Siete Noticias


Este premio no es el único que se ha llevado el Sorginzulo desde su creación, en junio de este año fueron nombrados como campeones de Bizkaia 2021 gracias a la creación “Fish-Kaia” de Iñaki Lazkano, jefe del local y cocinero. Además de estos galardones recientes el local en sus ocho años de servicio ha sido premiado con distinciones como la mejor barra de pintxos del País Vasco en 2018 o el mejor pintxo de queso Idiazabal de Bilbao. “En cada competición buscamos innovar, sumarle al pintxo tradicional algo moderno pero sin cambiar la esencia original del mismo”, comenta Iñaki Lazkano. Durante el resto del año tratan de no repetir los pintxos, haciendo que cada uno tenga su época y conseguir así que la demanda en esos meses aumente.


La notoriedad adquirida por el Sorginzulo ha hecho que reciban encargos desde distintas partes de España como Barcelona. “Nosotros no podemos asegurar que el pintxo llegue en el mejor estado posible debido al tiempo de espera y los cambios de temperatura del envío”, explica el jefe del local. El bar cuenta también con una página web para que la gente pueda conocer de primera mano los servicios que ofrecen y puedan dejar reseñas y comentarios para ellos. Además, también cuentan con perfiles en Twitter, Facebook e Instagram, desarrollando la mayoría de su actividad en estas dos últimas. En Instagram cuenta con carpetas de historias destacadas con los premios que han ganado, y tanto en esta red social como en Facebook publican diariamente fotos de los pintxos de más reciente creación. “No solo queremos modernizar con los pintxos, también queremos ser más accesibles para la gente joven”, apunta Iñaki Lazkano. Desde el bar están continuamente tratando de llegar a más audiencias y de innovar con sus recetas sin perder en ningún momento la esencia de un bar tradicional del Casco Viejo de Bilbao. Pero, “el verdadero secreto” de Sorginzulo, como nos cuenta Victor Mairana, es la dedicación con la que preparan los pintxos en este humilde local, el encanto principal por el que los vecinos del barrio frecuentan el bar. “Da mucha alegría que un bar de barrio participe en concursos a nivel nacional, sin ser mucha gente en la plantilla es increíble como se lo trabajan y además mantienen esa cercanía con la gente de aquí”, reconoce Alfredo Robles, cliente habitual del bar y vecino del Casco Viejo. Como Alfredo, muchos otros vecinos se acercan cada mañana a disfrutar no solo de los pintxos ganadores, sino de toda la extensa variedad de aperitivos con los que cuenta este pequeño y encantador “bar de barrio” como es Sorginzulo.






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